La vida no es siempre lo que uno se espera, y no lo digo de manera trágica, al contrario, es una de las razones por las que más vale la pena vivir.
Al menos conmigo, todo ha resultado ser una maraña de caminos que dan vueltas sobre sí mismos y me regresan, llevan y mueven a diferentes destinos que, extrañamente, me mantienen en el trayecto que yo quería desde un principio.
Alguna vez escuché ( no recuerdo bien quién fue o dónde) hablar sobre la novela de Roberto Bolaño: Los Detectives Salvajes. Decían que la novela tenía una estructura así:
El círculo más grande es la trama principal y los pequeños bucles que van sobre ella son las historias que se van desarrollando a lo largo del libro. De alguna manera ( más bien de una manera magistral) al final del libro se cierra el ciclo y la historia cobra sentido, vuelve a su trayectoria inicial.
Conmigo ha pasado lo mismo. He decido, después de muchas vueltas, cómo continuará mi camino el mundo del diseño. Me costó un poco de trabajo pero al final he cerrado el círculo y paradójicamente, abierto inmediatamente otro.
Con esto me refiero a mi maestría, un sueño que medio había abandonado al salir de la universidad para dedicarme a trabajar. Mágicamente las cosas se han ido acomodando y ahora puedo enfocarme de nuevo a este proyecto de vida que pensé, había abandonado.
Ahora, las cosas no serán nada fáciles, viene mucho trabajo, investigación y desveladas pero no hay problema, estoy muy emocionada porque quiero entrar a estudiar un MA en Design History.
Me falta por supuesto, un montón de papeleo y acomodar cosas con mi titulación, pero quién sabe, soñar no cuesta nada, por ahora estoy felíz investigando sobre escuelas y becas, veremos en qué termina todo esto.
Living Sofia 